Como he dicho en mi trabajo siempre estoy viajando por el mundo conociendo nuevos lugares y nuevas personas. Así voy a contar un cuento de un episodio muy chistoso que ha me ocurrido.
Una vez tuve que ir al Brasil hacer un reportaje sobre la selva Amazónica sobre la extracción ilegal de madera. Cuando llegué en Brasil yo y me equipo tuvimos de ir de coche hasta el local indicado donde estaba ocurriendo la extracción de madera. Viajamos unos treinta kilómetros de coche más unos cinco de barco. Después de dos días nuestro guía fue picado por un insecto venenoso y nosotros tuvimos que partir. Tomamos el barco y cuando llegamos en el coche ese había dejado de funcionar. Los teléfonos estaban fuera de la zona de servicio. Así estábamos lejos del ciudad y perdidos. Quedamos sin saber qué hacer, entonces quedamos en pánico. No teníamos mucha agua ni comida. Así, yo encontré un mapa y tuve que volver caminando los treinta kilómetros para obtener ayuda. Pero, al final, todo se quedó bien, el guía se recuperó y todos conseguimos volver para casa.
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